El dolor te hace dejarte. Sales de tu pequeña piel estrecha. Y no puedes sentir dolor a menos que hayas tenido amor antes: el dolor es el resultado final del amor, porque es el amor perdido. {...} Es el ciclo del amor completado: amar, perder, sentir dolor, irse y luego amar de nuevo. El dolor es la conciencia de que tendrás que estar solo, y no hay nada más allá de eso porque estar solo es el último destino final de cada criatura viviente individual. Eso es lo que es la muerte, la gran soledad.
(Grief causes you to leave yourself. You step outside your narrow little pelt. And you can't feel grief unless you've had love before it - grief is the final outcome of love, because it's love lost. {…} It's the cycle of love completed: to love, to lose, to feel grief, to leave, and then to love again. Grief is the awareness that you will have to be alone, and there is nothing beyond that because being alone is the ultimate final destiny of each individual living creature. That's what death is, the great loneliness.)
El dolor sirve como una experiencia transformadora, lo que hace que las personas salgan de sus propios confines emocionales. Encarna la profunda conexión formada a través del amor, destacando que el dolor surge solo después de haber experimentado afecto. Este ciclo puede entenderse como un viaje: amar profundamente a alguien, enfrentar la pérdida de ese amor y, en última instancia, experimentar el dolor resultante. Tales emociones iluminan la inevitabilidad de la tristeza después de la riqueza del amor.
Además, el dolor brinda una aguda conciencia de la soledad, enfatizando que cada individuo, en algún momento, enfrentará una profunda soledad. Esta noción postula que la muerte encarna el aislamiento final, encapsulando la esencia de la existencia humana. El proceso de amor, pérdida y duelo delega no solo el dolor de la pérdida, sino también el vínculo intrínseco entre las relaciones y la realidad eventual de estar solo.