En la Biblia "The Poisonwood Wood" de Barbara Kingsolver, la esencia de la existencia humana se representa como un estado constante de cambio. Esta perspectiva sugiere que la vida es una narrativa en evolución donde cada experiencia contribuye a nuestra historia personal. Enfatiza la importancia de la adaptación y el aprendizaje, a medida que navegamos a través de diversas circunstancias y desafíos.
La cita destaca la noción de que adoptar el cambio es parte integral de nuestra identidad como mortales. Al adquirir las historias y las lecciones que provienen de nuestras experiencias, celebramos la vida misma. Esta celebración no está marcada por grandes eventos, sino por el simple acto de vivir y evolucionar a través de nuestros viajes únicos.
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