En el libro de Randy Alcorn "Money, Posesions and Eternity", el autor enfatiza la importancia de la rápida obediencia a la voluntad de Dios. Sugiere que retrasar nuestra obediencia es esencialmente una forma de desobediencia, que puede distanciarnos de una relación satisfactoria con Dios. Esta perspectiva alienta a los lectores a actuar sobre su fe y seguir la guía de Dios sin dudarlo.
La afirmación deAlcorn destaca una lucha común que muchos enfrentan con la procrastinación, particularmente en asuntos espirituales. Al enmarcar la procrastinación como desobediencia, desafía a las personas a reflexionar sobre sus compromisos y tomar acciones inmediatas que se alineen con sus creencias. Este llamado para provocar obediencia fomenta un compromiso espiritual más profundo y un viaje de vida más enriquecedor.