Para el bebé que muere, no hay diferencia si aquellos que se negaron a protegerla eran proabortistas o simplemente procheice.
(To the baby who dies it makes no difference whether those who refused to protect her were proabortion or merely prochoice.)
En el contexto de los debates de aborto, la declaración enfatiza que la vida de un bebé no nacido se ve significativamente afectada por las elecciones sociales con respecto a las políticas de aborto. Sugiere que la distinción entre ser pro-aborto y pro-elección no tiene sentido para el bebé que ha perdido la vida, destacando la gravedad de la decisión y sus consecuencias en aquellos que no pueden abogar por sí mismos.
Esta perspectiva requiere una reflexión más profunda sobre las responsabilidades de los individuos y la sociedad para proteger a los más vulnerables. Desafía a los lectores a considerar las implicaciones de sus creencias sobre el aborto y priorizar la vida de los niños no nacidos en medio de discusiones políticas y éticas.