Asistiríamos a la conferencia bajo falsas pretensiones y un trato, desde el principio, con una multitud que se convocó con el propósito declarado de poner a la cárcel a personas como nosotros. Fuimos la amenaza, no disfrazados, sino abusadores de drogas obvias de piedra, con un acto flagrantemente encerrado que pretendíamos llevar a cabo todo el camino hacia el límite ... no probar ningún punto final, sociológico, y no un evento como una burla consciente: era principalmente una cuestión de estilo de vida, un sentido de obligación e incluso deber. Si los cerdos se reunían en Las Vegas para una conferencia de drogas de alto nivel, sentimos que la cultura de las drogas debería estar representada.
(We would be attending the conference under false pretenses and dealing, from the start, with a crowd that was convened for the stated purpose of putting people like us in jail. We were the Menace - not in disguise, but stone-obvious drug abusers, with a flagrantly cranked-up act that we intended to push all the way to the limit...not to prove any final, sociological point, and not event as a conscious mockery: It was mainly a matter of life-style, a sense of obligation and even duty. If the Pigs were gathering in Vegas for a top-level Drug Conference, we felt the drug culture should be represented.)
La narración describe una situación en la que los asistentes en una conferencia de drogas son conscientes de su papel como marginados, presentándose como individuos que encarnan el estilo de vida que la conferencia tiene como objetivo discutir y controlar. Reconocen que son vistos como una amenaza y asisten bajo falsas pretensiones, conscientes de que su presencia contradice las intenciones de la conferencia de abordar el abuso de drogas. Esto crea una tensión interesante entre ellos y el propósito del evento.
El autor refleja que su participación no se entiende como una crítica seria o un acto deliberado de burla; En cambio, se deriva de una elección de estilo de vida profundamente arraigada y un sentido de obligación de representar la cultura de las drogas. Al ingresar a esta arena, se sienten obligados a estar allí, no a discutir o protestar, sino a dar a conocer su existencia y estilo de vida en medio de un entorno que busca suprimirlo. Esto refleja un comentario más amplio sobre las percepciones sociales de la cultura de las drogas y la rebelión contra las normas convencionales.