En "The Glass Castle", Jeannette Walls reflexiona sobre su identidad como reportera, destacando cómo le brindó oportunidades para explorar varios entornos y situaciones. Este papel le permitió interactuar con el mundo que la rodea, transformándola efectivamente en un observador de las diversas narraciones y experiencias de la vida. Al adoptar el título de un reportero, encontró una manera de justificar su presencia en lugares que la intrigaron.

Walls con los informes va más allá de una profesión; Simboliza su insaciable curiosidad y su deseo de comprender diferentes perspectivas. La libertad de aventurarse en nuevos entornos y conectarse con las historias de las personas ejemplifica la profundidad de sus experiencias. A través de su viaje, demuestra cómo su identidad como reportera enriqueció su comprensión de la vida y alimentó su pasión por la narración de historias.