Cuando encendió el transporte de cinta una vez más, Arctor estaba diciendo, lo más cerca que puedo entender, Dios está muerto. Luckman respondió, no sabía que estaba enfermo.
(When he turned on the tape-transport once more, Arctor was saying, -- as near as I can figure out, God is dead. Luckman answered, I didn't know He was sick.)
En "un escáner oscuramente", el protagonista, el Arctor, reflexiona sobre el estado de la existencia y la esencia de la divinidad, declarando que Dios está muerto, lo que transmite un sentido de desesperación y desilusión. Su declaración sugiere un profundo vacío o pérdida de fe en los valores y sistemas de creencias tradicionales, indicativos de la exploración de la identidad y la realidad de la novela en un futuro lleno de drogas.
Luckman, respondiendo con humor, implica que tal afirmación es inesperado, como para aligerar la gran realización con el sarcasmo. Este intercambio destaca lo absurdo de su situación y la lucha por encontrar significado en una sociedad fracturada. Dick entrelaza hábilmente preguntas filosóficas con dinámica interpersonal, enriqueciendo la narrativa con capas de investigación existencial.