En su libro "El principio del tesoro", Randy Alcorn reflexiona sobre el concepto de diezmo y preguntas si aún debe verse como el estándar mínimo para dar entre los creyentes del Nuevo Pacto. Desafía la noción de que se espera que los seguidores de Cristo contribuyan menos que los del Antiguo Testamento, lo que sugiere que podrían ser llamados a contribuir más.
Alcorn enfatiza que Jesús elevó los estándares de justicia, lo que indica que las expectativas espirituales han evolucionado en lugar de disminuirse. Al hacer referencia a Mateo 5: 27-28, afirma que los principios de dar y generosidad deberían alinearse con esta llamada más alta, instando a los creyentes a considerar las implicaciones de sus contribuciones a la luz de su fe.