En el libro "de la libertad humana" de Epictetus, el autor desafía las razones detrás de nuestro deseo de leer. Él pregunta si estamos leyendo solo para entretenimiento o para impresionar a otros con nuestro conocimiento, lo que sugiere que estos motivos son superficiales e insatisfactorios. En cambio, postula que el verdadero propósito de la lectura debe ser cultivar un sentido de paz dentro de nosotros mismos.
Epictetus enfatiza que si la lectura no contribuye a nuestra tranquilidad interna, finalmente tiene poco valor. Su perspectiva alienta a los lectores a buscar literatura que promueva el crecimiento personal y la serenidad, destacando la importancia de interactuar con los textos que mejoran nuestro bienestar en lugar de simplemente servir intereses superficiales.