En "Flow My Tears de Philip K. Dick, el policía dijo:" El personaje reflexiona sobre la naturaleza de las lágrimas de un hombre, distinguiéndolas de las de una mujer. Él contempla que el llanto de un hombre no proviene del sentimentalismo, sino más bien de una profunda sensación de pérdida. Los hombres lloran por pérdidas tangibles, como la muerte de un niño o el sufrimiento de un animal, destacando su conexión con el momento presente en lugar de arrepentimientos pasados o temores futuros.
Esta introspección revela que para los hombres, las lágrimas a menudo son una respuesta a experiencias inmediatas y desgarradoras. El personaje enfatiza que llorar no es una debilidad, sino una expresión natural de dolor por lo que está vivo y significativo. Esta perspectiva invita a los lectores a comprender el paisaje emocional más profundo de la masculinidad, lo que sugiere que la vulnerabilidad puede manifestarse de maneras inesperadas, vinculadas estrechamente con las realidades de la vida y la pérdida.