¿Por qué la gente debe arrodillarse para orar? Si realmente quisiera orar te diré lo que haría. Saldría a un gran campo completamente solo o al bosque profundo, profundo, y miraría hacia el cielo, hacia arriba, hacia ese hermoso cielo azul que parece como si su azul no tuviera fin. Y entonces simplemente SENTÍA una oración.
(Why must people kneel down to pray? If I really wanted to pray I'll tell you what I'd do. I'd go out into a great big field all alone or into the deep, deep, woods, and I'd look up into the sky-up-up-up-into that lovely blue sky that looks as if there was no end to its blueness. And then I'd just FEEL a prayer.)
En "Ana de las Tejas Verdes", la protagonista Ana reflexiona sobre la naturaleza de la oración y el acto físico de arrodillarse. Ella cuestiona por qué la gente debe adoptar esta postura específica para conectarse con lo divino. En cambio, Anne imagina una experiencia personal e íntima con la oración que trasciende los rituales tradicionales.
Ella describe su lugar ideal para orar como un vasto campo abierto o un bosque apartado, donde poder sumergirse en la naturaleza. Al contemplar el interminable cielo azul, Anne expresa su creencia de que podría simplemente sentir una oración en lugar de realizar movimientos formales. Esta perspectiva resalta su deseo de una conexión emocional más genuina con la espiritualidad.