En sus memorias "The Glass Castle", Jeannette Walls enfatiza la naturaleza fugaz de las posesiones materiales a través de una cita conmovedora sobre valorar las experiencias sobre las cosas. La esencia de la cita sugiere que las pertenencias materiales pueden ser descartadas e insignificantes con el tiempo, pero los recuerdos significativos que creamos, simbolizados por 'estrellas', perduran mucho después de que los elementos físicos se hayan ido. Esta perspectiva alienta a los lectores a centrarse en lo que realmente importa en la vida.
La narrativa deWalls ilustra su desafiante educación, marcada por la pobreza y la inestabilidad, contrastándola con la importancia duradera de las relaciones y el crecimiento personal. La cita sirve como un recordatorio de que si bien la riqueza material puede desvanecerse, la riqueza emocional y espiritual reunida a través de las experiencias de la vida es atemporal e invaluable.