En "The Art of Living", Epictetus destaca que la felicidad personal depende de tres factores clave: la voluntad de uno, la percepción de los eventos y la aplicación de los pensamientos. Esta perspectiva enfatiza que las personas tienen control sobre sus respuestas internas, independientemente de las circunstancias externas. Al centrarnos en nuestra propia voluntad, damos forma a nuestra felicidad a través de elecciones y actitudes conscientes.
El filósofo sugiere que la forma en que interpretamos y nos involucramos con los eventos de la vida juega un papel crucial en nuestro bienestar emocional. Esencialmente, no son los eventos en sí mismos los que determinan nuestra felicidad, sino cómo elegimos percibirlos y responderlos. Por lo tanto, cultivar pensamientos positivos y aplicarlos de manera efectiva puede conducir a una mayor satisfacción.