Una boda fue una ceremonia extraña, pensó, con todas esas palabras formales, esos votos solemnes hechos por uno a otro; Mientras que la verdadera pregunta que debería presentarse a las dos personas involucradas fue muy simple. ¿Están contentos el uno con el otro? fue la única pregunta que debía hacerse; a lo que ambos deben responder, preferiblemente al unísono, sí.
(A wedding was a strange ceremony, she thought, with all those formal words, those solemn vows made by one to another; whereas the real question that should be put to the two people involved was a very simple one. Are you happy with each other? was the only question that should be asked; to which they both should reply, preferably in unison, Yes.)
El personaje principal reflexiona sobre la naturaleza de las bodas, viéndolos como eventos peculiares llenos de formalidades y compromisos serios. Si bien se intercambian votos tradicionales, ella cree que la esencia de una unión exitosa es mucho más simple. En lugar de promesas complejas, a la pareja se le debe hacer una pregunta directa sobre su felicidad juntos.
sugiere que el enfoque del matrimonio debe cambiar hacia la alegría y la satisfacción mutua de la pareja, donde la respuesta final debería ser idealmente un acuerdo armonioso. Esta perspectiva enfatiza que la felicidad personal es la verdadera base de una relación, en lugar de los elaborados rituales que a menudo acompañan a las ceremonias de matrimonio.