Esta cita de Epicteto alienta a los lectores a adoptar un enfoque intrépido de los desafíos de la vida. Él enfatiza la importancia de reconocer que la oportunidad de irse o cambiar la situación siempre está disponible, al igual que un niño que decide dejar de jugar cuando ya no disfrutan del juego. Esta capacidad de elegir, para retirarse de las circunstancias que ya no nos sirven, es un poderoso recordatorio de nuestra agencia en la vida.
Además, Epicteto aconseja que si uno decide permanecer en una situación, deben hacerlo sin quejarse. Este enfoque promueve una sensación de aceptación y atención plena, instando a las personas a participar completamente en sus circunstancias actuales o elegir alejarse sin arrepentimiento. En última instancia, el mensaje se trata de comprender el control de uno sobre sus experiencias y la importancia de tomar decisiones conscientes.