La cita del "Cloud Atlas" de David Mitchell reflexiona sobre la naturaleza de las revoluciones y su percepción antes y después de que ocurran. Antes de una revolución, a menudo se la ve como una idea radical o una posibilidad lejana. La gente puede debatir su necesidad o probabilidad, y puede parecer improbable en el contexto de las estructuras sociales o políticas existentes. Sin embargo, una vez que se produce una revolución, se ve a través de la lente de la historia, lo que genera una sensación de inevitabilidad en cuanto a su ocurrencia e impacto.
Esta perspectiva sugiere que el cambio social a menudo parece incierto hasta que se realiza. La transición de una idea a un acontecimiento histórico transforma la forma en que interpretamos su significado. Las revoluciones, una vez que ocurren, ya no se cuestionan; se vuelven parte de la narrativa histórica, aceptados y analizados como puntos de inflexión necesarios. Esto resalta la compleja relación entre la acción humana y las fuerzas históricas, ilustrando cómo el curso de los acontecimientos puede cambiar las percepciones y la comprensión de la historia misma.