Y todo el mundo sueña con vampiros; crecemos soñando con ellos. Son el primer y peor monstruo que vive debajo de la cama de todos.
(And everybody dreams about vampires; we grow up dreaming about them. They're the first and worst monster that lives under everybody's bed.)
En el libro "Sunshine" de Robin McKinley, el encanto de los vampiros se explora a través de la lente de los miedos y fantasías infantiles. Los vampiros son representados como los monstruos por excelencia que se introducen en nuestros sueños durante la juventud, representando tanto fascinación como terror. A menudo son el primer encuentro que tenemos con lo sobrenatural, que encarna las ansiedades profundamente arraigadas que se esconden debajo de nuestras camas.
Esta idea resuena entre los lectores que han crecido imaginando estas criaturas, destacando la naturaleza dual del mito de los vampiros como cautivadora y aterradora. McKinley sugiere que estos sueños moldean nuestras percepciones de miedo y excitación, haciendo de los vampiros un elemento atemporal de la narración que continúa intrigando a audiencias de todas las edades.