En "Brokeback Mountain" de Annie Proulx, el protagonista experimenta un paisaje emocional complejo, marcado por las fluctuaciones entre el dolor y la alegría. Esta dualidad se ilustra vívidamente por los estados contrastantes de su almohada y sábanas, que reflejan la agitación y la liberación que siente en sus sueños y la vida de vigilia.
Las imágenes de despertar con una almohada húmeda simboliza momentos de tristeza, mientras que la sensación de alegría significa breves escapes de sus luchas. Esto encapsula la naturaleza agridulce de su existencia, atrapada entre el amor profundo y las limitaciones sociales, destacando en última instancia el profundo impacto emocional de sus experiencias.