¿Se encuentra bien, señor? -Preguntó Ezequías. Sólo estoy peleando por viejas batallas en mi mente, dijo John. Es el problema de la edad. Tienes todos esos argumentos oxidados y no hay motivo para usarlos. Mi cerebro es un museo, pero, por desgracia, soy el único visitante, y ni siquiera a mí me interesan mucho las exhibiciones. Hezekiah se rió, pero había afecto en ello. Nada me encantaría más que visitar allí. Pero me temo que estaría tentado a saquear el lugar y llevármelo todo conmigo.
(Are you all right, Sir? asked Hezekiah.Just fighting over old battles in my mind, said John. It's the problem with age. You have all these rusty arguments, and no quarrel to use them in. My brain is a museum, but alas, I'm the only visitor, and even I am not terribly interested in the displays.Hezekiah laughed, but there was affection in it. I would love nothing better than to visit there. But I'm afraid I'd be tempted to loot the place, and carry it all away with me.)
En este intercambio, Ezequías pregunta sobre el bienestar de Juan, lo que lleva a Juan a reflexionar sobre sus luchas internas con la edad. Describe la acumulación de conflictos no resueltos en su mente, comparando sus recuerdos con un museo estancado lleno de argumentos obsoletos que carecen de relevancia en su vida actual. Esta metáfora ilustra la carga emocional de cargar con experiencias pasadas sin una salida significativa. John se siente aislado en sus pensamientos, lo que resalta la soledad que puede acompañar al envejecimiento.
La respuesta de Ezequías, llena de calidez, sugiere un anhelo por la riqueza de los recuerdos de Juan, aunque reconoce con humor el deseo de tomar esas experiencias para sí mismo. Esto transmite una sensación de camaradería y comprensión, ya que aprecia el valor del pasado de John incluso cuando John lucha con él. Juntos, su conversación encarna una exploración conmovedora de la memoria, la conexión y los desafíos de reflexionar sobre el viaje de la vida.
