Como resultado, el género no es para la cultura, ya que el sexo es para la naturaleza; El género es un medio discursivo/cultural por los cuales la naturaleza sexual o un Sex Natural se produce y se establece como prediscursivo, antes de la cultura, una superficie políticamente neutral en la que actúa la cultura.
(As a result, gender is not to culture as sex is to nature; gender isalso the discursive/cultural means by which sexed nature or a naturalsex is produced and established as prediscursive, prior to culture,a politically neutral surface on which culture acts)
Judith Butler, en su libro "Trouble de género", argumenta que el género es una interacción compleja entre la construcción cultural y el sexo biológico. A diferencia de la asociación simplista del género con la cultura y el sexo con la naturaleza, Butler sugiere que el género juega un papel crucial en la configuración y la definición de lo que se percibe como natural con respecto al sexo. Esto implica que el género no es simplemente una superposición social, sino un proceso dinámico que influye en la comprensión de las diferencias biológicas.
Además, Butler enfatiza que el género construye y refuerza la idea de un sexo natural, enmarcándolo como algo que existe antes de las influencias culturales. Esta perspectiva desafía la noción de que el sexo es políticamente neutral o fijo, argumentando en su lugar que los discursos culturales crean y mantienen activamente los significados asociados al sexo y el género. Por lo tanto, el trabajo de Butler invita a una reevaluación de cómo percibimos las categorías de género y sexo, destacando la compleja relación entre ellos.