En su libro "Half Broke Horses", Jeannette Walls reflexiona sobre la distinción entre necesidades y lujos. Mientras se acomoda en su entorno, llega a comprender que lo que uno podría considerar esencial puede ser un producto del hábito. Esta realización provoca una contemplación más profunda sobre las diferencias entre la necesidad y el deseo, ilustrando cuán fácilmente se puede combinar los dos cuando están rodeados de comodidades.
El entorno del rancho, con su simplicidad, ofrece una perspectiva clara sobre esta dicotomía. Walls sugiere que a pesar de la falta de lujos modernos, poseen todo lo necesario para la vida. Esta realización alienta a los lectores a reconsiderar sus propias vidas y las cosas que creen que no pueden vivir, revelando en última instancia que la verdadera satisfacción a menudo proviene de reconocer la distinción entre lo que realmente es necesario y lo que simplemente se desea.