Epicteto aconseja que la verdadera libertad del dolor no se encuentra en volverse insensible como los animales o evitar pensamientos profundos como los tontos. En cambio, enfatiza la importancia de mantener la humanidad y la virtud de uno. La idea es enfrentar el dolor con la razón y la comprensión, permitiendo a las personas navegar por su dolor cuidadosamente en lugar de suprimir sus sentimientos o volverse emocionalmente entumecidos.
Este enfoque fomenta una perspectiva racional sobre el dolor, lo que sugiere que la sabiduría y el razonamiento virtuoso pueden proporcionar consuelo. Implica que reconocer la tristeza y al mismo tiempo participar en la reflexión razonada puede conducir a un sentido de paz más profundo, permitiendo a las personas procesar sus emociones de una manera sana y digna.