En "Pigs in Heaven" de Barbara Kingsolver, se hace una observación conmovedora sobre la crianza y el cuidado: cuanto más efectivamente nutre y guíe a los niños, más independientes se vuelven. Esta declaración encapsula una verdad agridulce; A medida que los cuidadores crecen en sus habilidades, los niños ganan las habilidades y la confianza para florecer por su cuenta. Esta evolución, aunque satisfactoria, también destaca la transitimiento inherente de las relaciones que se basan en el apoyo y la orientación.
La cita sugiere que, en última instancia, el objetivo de la crianza de los hijos es equipar a los niños para que se mantengan por su cuenta, lo que inherentemente conduce a una distancia entre ellos y sus cuidadores. Hace hincapié en la ironía de que al hacer un buen trabajo, los cuidadores preparan a los niños para la independencia, lo que puede parecer una pérdida. Sin embargo, este ciclo de crecimiento y separación es un aspecto vital del desarrollo saludable, lo que refuerza la noción de que la crianza exitosa debe apuntar a la autonomía sobre la dependencia.