En el ámbito de las finanzas, las finanzas corporativas opera como un campo especializado que sirve principalmente a corporaciones y gobiernos que necesitan pedir prestados fondos. Los involucrados en las finanzas corporativas se conocen como "clientes", lo que refleja la naturaleza transaccional y profesional de sus relaciones. A diferencia de los comerciantes, los financieros corporativos administran fondos sin asumir riesgos financieros significativos, lo que ha llevado a una percepción de ellos como cauteloso o incluso tímido en su enfoque de los mercados financieros.
Michael Lewis, en su libro "Liar's Poker", enfatiza el marcado contraste entre el mundo de los comerciales de alto riesgo y el entorno más medido de las finanzas corporativas. Los comerciantes, que participan en prácticas más riesgosas, a menudo desprecian a los financieros corporativos, viendo su falta de riesgos como un signo de debilidad. Esta división destaca las diferentes culturas y actitudes que prevalecen dentro de la industria financiera, donde el riesgo y la recompensa dan forma a la reputación de los profesionales en diferentes roles.