Las secuelas del huracán Sandy continúan persistiendo en Nueva Jersey, destacando los desafíos en curso que enfrentan el área años después de la tormenta. Lo que una vez se consideró la "tormenta del siglo" ahora parece una etiqueta prematura, especialmente dada la naturaleza impredecible de las tormentas futuras. Cada evento reorganiza nuestra comprensión de los fenómenos climáticos y su impacto en las comunidades.
Esta reflexión sugiere que los eventos climáticos extremos se están volviendo más comunes y que nuestra percepción de ellos está evolucionando. La descripción de la tormenta como un "adolescente con un problema de gestión de la ira" retrata la volatilidad y el potencial de eventos climáticos significativos para interrumpir vidas, lo que indica que debemos estar atentos y conscientes de las consecuencias duraderas y los riesgos futuros del cambio climático.