En el libro "Hay una (leve) posibilidad de que Laurie Notaro me vaya al infierno", el autor presenta una versión humorística en el escenario. Notaro sugiere que si bien los mimes ya son impopulares, los payasos son aún más desagradables, agregando un giro cómico a la percepción de estos artistas. Este comentario destaca los miedos y estereotipos a menudo exagerados de la sociedad sobre los payasos, retratándolos como algo más siniestro.
La cita juega sobre el miedo común a los payasos, con la referencia a la idea de que "comen personas" exagerando aún más este tropo. La escritura de Notaro combina el humor con ideas sobre las ansiedades sociales, lo que hace que su narración sea atractiva y identificable. Al usar imágenes tan vívidas, critica las percepciones culturales que rodean a estos artistas y al mismo tiempo entretienen a sus lectores.