Para los humanos, la honestidad es una cuestión de grado. Los ingenieros son siempre honestos de la tecnología y las relaciones humanas. Es por eso que es un buen ideato mantener a los ingenieros alejados de los clientes, intereses románticos y otras personas que no pueden manejar la verdad.
(For humans, honesty is a matter of degree. Engineers are always honest inmatters of technology and human relationships. That's why it's a good ideato keep engineers away from customers, romantic interests, and other peoplewho can't handle the truth.)
En el "Principio de Dilbert" de Scott Adams, el autor sugiere con humor que la honestidad varía entre las personas, particularmente enfatizando la inquebrantable honestidad de los ingenieros en asuntos técnicos e interpersonales. Esta característica puede hacer interacciones con aquellos fuera de su campo, como clientes y socios románticos, desafiantes, ya que pueden no apreciar la verdad sin filtro.
Adams implica que, si bien los ingenieros se destacan en su experiencia, puede ser beneficioso limitar su comunicación directa con personas que podrían ser sensibles a la sencillez. Esta perspectiva destaca las complejidades de la dinámica del lugar de trabajo y las posibles desalineaciones entre la verdad técnica de la verdad y las respuestas emocionales.
