No puedes acomodar cien opiniones diferentes, y no puedes ignorarlas. Todo lo que puede hacer es proporcionar a las personas la colusión que participaron en la decisión. Por alguna razón, eso es para hacer feliz a la gente. Esta es la base de todas las democracias.
(You can't accommodate a hundred different opinions,and you can't ignore them. All you can do is provide people with theillusion that they participated in the decision. For some reason, that'senough to make people happy. This is the basis for all democracies.)
En "The Dilbert Principle", Scott Adams analiza el desafío de administrar diversas opiniones en un lugar de trabajo. Destaca la dificultad de abordar el punto de vista de cada persona al tiempo que reconoce la impracticabilidad de ignorarlos por completo. En cambio, sugiere que ofrecer a las personas una sensación de participación en la toma de decisiones puede conducir a su satisfacción, incluso si su aporte no influye directamente en el resultado.
Este enfoque se representa como un aspecto fundamental de los sistemas democráticos, donde la percepción de participación a menudo es suficiente para mantener la moral entre los participantes. Adams subraya la ironía de que satisfacer esta necesidad de ilusión puede ser suficiente para mantener al contenido de las personas, a pesar de las complejidades subyacentes de gestión y liderazgo.