En su trabajo "Los dichos dorados de Epictetus", el filósofo enfatiza la importancia de aprovechar las oportunidades relacionadas con los valores fundamentales como la libertad, la tranquilidad y la grandeza de carácter. Insta a las personas a actuar decisivamente y con urgencia, lo que sugiere que estas cualidades son esenciales para una vida plena. La idea es que uno debe perseguir activamente estas virtudes antes de que se agote el tiempo, destacando la naturaleza fugaz de la vida.
Al usar la frase "agarre desesperado", Epictetus transmite un sentido de urgencia y determinación en la búsqueda de estos ideales. Él implica que la pasividad o la procrastinación pueden conducir a las posibilidades perdidas de lograr una noble existencia. En esencia, Epictetus pide un esfuerzo consciente y vigoroso para abrazar y encarnar la libertad, la paz interior y la excelencia en el alma de uno, reforzando su importancia en la experiencia humana.