En el libro de Randy Alcorn, "Si Dios es bueno: fe en medio del sufrimiento y el mal", el autor ilustra la profunda presencia y apoyo de Dios en la vida de los que sufren. En lugar de simplemente ofrecer orientación, Dios encarna roles que proporcionan una profunda alimentación emocional y espiritual. Se lo describe como una figura que se involucra íntimamente con nuestras luchas, ya sea como esposo para el duelo, un edredón de los estériles o un padre para los huérfanos.
Esta representación enfatiza que Dios no está distante sino activamente involucrado en nuestro dolor. Ofrece curación para los enfermos y la sabiduría para los confundidos. A través de estos diversos roles, demuestra su compromiso con nosotros durante nuestros momentos más desafiantes, recordándonos que no estamos solos en nuestras dificultades. Las reflexiones de Alcorn alientan a los lectores a encontrar consuelo y esperanza en la constante presencia y compasión de Dios en medio del sufrimiento.