Halyard bostezó, y estaba molesto al pensar que Lynn, que acababa de leer el pedido fuera del caos como orden de Koze, ganó tres veces más dinero que él. Lynn, o, como Halyard, prefería pensar en él, Planck, ni siquiera había terminado la escuela secundaria, y Halyard había conocido a los setters irlandeses más inteligentes. Sin embargo, aquí era el hijo de una perra, elegido para más de cien mil dólares al año.
(Halyard yawned, and was annoyed to think that Lynn, who had just read order out of chaos as order out of koze, made three times as much money as he did. Lynn, or, as Halyard preferred to think of him, Planck, hadn't even finished high school, and Halyard had known smarter Irish setters. Yet, here the son-of-a-bitch was, elected to more than a hundred thousand bucks a year!)
Halyard sintió una mezcla de frustración e incredulidad al comparar su propia situación con la de Lynn, quien obtuvo un ingreso sustancial a pesar de no haber completado la escuela secundaria. Esta disparidad molestó a Halyard, especialmente porque consideraba a Lynn, a quien apodó a Planck, como menos inteligente que incluso algunos perros que había conocido. Le pareció injusto que alguien que percibiera como inferior podría tener éxito de una manera tan dramática.
El contraste entre sus vidas destacó las peculiaridades de la sociedad y la aleatoriedad del éxito. La irritación de Halyard surgió no solo de la envidia, sino también por un sentido de absurdo en el valor otorgado a la educación e intelecto cuando se trataba del éxito financiero. El salario sustancial de Lynn parecía burlarse de los esfuerzos e inteligencia de Halyard, dejándolo cuestionando la naturaleza del mérito y el logro en su mundo.