Dio una charla en la que argumentó que la forma en que medían el riesgo era completamente idiota. Medieron el riesgo por volatilidad: cuánto había saltado una acción o un bono en los últimos años. El riesgo real no era la volatilidad; El riesgo real fueron estúpidas decisiones de inversión.
(He gave a talk in which he argued that the way they measured risk was completely idiotic. They measured risk by volatility: how much a stock or bond happened to have jumped around in the past few years. Real risk was not volatility; real risk was stupid investment decisions.)
El orador criticó el método convencional de evaluar el riesgo en los mercados financieros, que a menudo se basa en la volatilidad de las acciones o bonos. Describió este enfoque como fundamentalmente defectuoso, etiquetándolo "completamente idiota". Al centrarse únicamente en las fluctuaciones de precios pasadas, pasa por alto los factores subyacentes que contribuyen al riesgo genuino.
Él postuló que el verdadero riesgo surge de las malas opciones de inversión en lugar de la volatilidad del mercado. Esta idea sugiere la necesidad de una comprensión más matizada del riesgo que considera procesos y comportamientos de toma de decisiones en lugar de solo movimientos históricos del mercado.