El personaje reflexiona sobre la idea de restricción al tratar con personas molestas. Él entiende que, aunque podría ser tentador reaccionar con la agresión, hay principios que sugieren que uno debe evitar la confrontación física. Este conflicto interno sugiere una lucha más profunda entre la cortesía y el deseo natural de tomar represalias cuando se provoca.
Este sentimiento agrega capas a la personalidad del personaje, mostrando un equilibrio entre su frustración y su comprensión de las normas sociales. Sugiere que si bien la ira puede parecer justificada en ciertas situaciones, mantener la compostura es una parte importante del viaje de su personaje para navegar por los desafíos de la vida.