En "Catch-22", el personaje ysostary lidia con la naturaleza arbitraria de la muerte en la guerra. Se da cuenta de que si bien la pérdida de vidas es inevitable en conflicto, la decisión de quién morirá a menudo se reduce a una oportunidad aleatoria. Yossarian no cree que su propia muerte tenga ningún propósito crucial para la justicia o el progreso, lo que lo hace decidido a escapar de ese destino. A través de esta lente, reflexiona sobre los absurdos de la guerra, específicamente rechazando la idea de ser una víctima determinada únicamente por las circunstancias.
La guerra, según la perspectiva de Yossarian, ofrece poca justificación para su brutalidad. Los únicos beneficios percibidos que encuentra son la ganancia financiera y la posibilidad de liberar a los niños de las influencias negativas de sus padres. Esto resalta la insensatoria de los sacrificios realizados y el peaje que le da a los individuos involucrados, lo que provoca un cuestionamiento más profundo de los valores asociados con tales sacrificios. En última instancia, la lucha de Yossarian ilustra el caos y la locura inherente al conflicto militar y la naturaleza arbitraria de las decisiones de vida y muerte dentro de él.