Kurt Vonnegut Jr. En su libro "Un hombre sin un país" plantea una preocupación crítica sobre la desensibilización de la sociedad hacia la guerra. Argumenta que la guerra se ha vuelto tan sensacionalizada y comercializada que se asemeja a una forma de entretenimiento, similar a la televisión de realidad. Este fenómeno indica un cambio preocupante en cómo el público percibe el conflicto, a menudo viéndolo a través de una lente de espectáculo en lugar de comprender sus implicaciones y consecuencias reales.
Las reflexiones de Vonnegut sugieren que a medida que se transmiten y dramatizan las guerras, el público puede separarse de las duras realidades que soportan los soldados y los civiles. En lugar de reconocer la gravedad y la tragedia de la guerra, las personas podrían comenzar a consumirlo pasivamente, al igual que lo harían con un programa de televisión. Este destacamento plantea preguntas éticas significativas sobre cómo la representación de los medios da forma a la percepción pública y la responsabilidad de los creadores en la representación de temas tan serios.