Estoy aquí para plantear que es exactamente en estos momentos de lucha y estrés cuando más necesitamos los libros. Hay algo en la pausa para leer que es reconfortante en sí mismo. Un momento con un libro es un cuidado personal básico, el tipo de habilidad que transmites a tus hijos como lo harías con una manta de seguridad o un hábito de ir a la iglesia.
(I am here to posit that it's exactly in these moments of struggle and stress that we need books the most. There's something in the pause to read that's soothing in and of itself. A moment with a book is basic self-care, the kind of skill you pass along to your children as you would a security blanket or a churchgoing habit.)
En momentos de dificultad y tensión, los libros brindan consuelo y escape esenciales. La lectura ofrece una pausa relajante que puede servir como una forma de cuidado personal, permitiendo a las personas tomarse un descanso de sus problemas. Esta práctica no sólo ayuda a lidiar con el estrés, sino que también fomenta una habilidad para toda la vida que puede compartirse con las generaciones futuras.
Erin Blakemore, en su libro "The Heroine's Bookshelf", enfatiza la importancia de este hábito de lectura como algo que conlleva valor, muy parecido a una manta preciada o una tradición significativa. Destaca cómo la interacción con la literatura puede servir como herramienta de apoyo en tiempos difíciles, fomentando la resiliencia y el bienestar emocional.
