Soy muy rápido para juzgar.
(I am very quick to judge.)
Esta cita destaca la tendencia que tienen algunas personas a formarse opiniones rápidamente, a menudo sin comprender completamente el contexto o todos los hechos. Si bien el juicio rápido puede estar impulsado por la intuición, también corre el riesgo de dar lugar a malentendidos y evaluaciones injustas. Reflexionar sobre esto nos recuerda la importancia de la paciencia y el pensamiento deliberado antes de llegar a conclusiones, fomentando la empatía y la equidad en nuestras interacciones.