El orador expresa una profunda realización de cómo se siente realmente la depresión, reconociendo un cambio en la perspectiva. Anteriormente, creían que los que sufrían de depresión eran capaces de superarlo a voluntad, tal vez con la ayuda de herramientas externas como un órgano de humor. Sin embargo, han llegado a comprender que la realidad es mucho más compleja y debilitante de lo que imaginaron.
Esta nueva comprensión revela las profundidades de la apatía que acompañan a la depresión severa, donde una persona siente una pérdida significativa de autoestima. En este estado, el deseo de sentirse disminuye mejor, ya que la falta de valor percibido hace que la recuperación emocional sea irrelevante. La cita enfatiza la lucha de reconocer y empatizar con el dolor de la depresión, destacando la importancia de comprender tales experiencias en un nivel más profundo.