En el libro de Frances Mayes "Un año en el mundo: viajes de un viajero apasionado", la autora reflexiona sobre sus viajes y las profundas conexiones que forma con varios lugares. Una cita sorprendente: "Si viviera aquí, ... tengo la sensación de que este lugar me llevaría", captura la esencia de cómo ciertos entornos pueden influir profundamente en nuestras emociones y el sentido de pertenencia.
Este sentimiento destaca el encanto de los viajes y la forma en que los paisajes, las culturas y las comunidades pueden resonar con nosotros. Mayes sugiere que algunos lugares poseen una calidad magnética, haciéndonos sentir como en casa y invitándonos a sumergirnos en su esencia. Tales experiencias subrayan el poderoso vínculo entre el lugar y la identidad personal.