Había sido un mal viaje ... rápido y salvaje en algunos momentos, lento y sucio en otros, pero en general parecía un fastidio. En mi camino de regreso a San Francisco, intenté componer un epitafio adecuado. Quería algo original, pero no había escapar del eco de las últimas palabras de Mistah Kurtz del corazón de la oscuridad: "¡El horror! ¡El horror! ... ¡Extermina a todos los brutos!"
(It had been a bad trip ... fast and wild in some moments, slow and dirty in others, but on balance it looked like a bummer. On my way back to San Francisco, I tried to compose a fitting epitaph. I wanted something original, but there was no escaping the echo of Mistah Kurtz' final words from the heart of darkness: "The horror! The horror! ... Exterminate all the brutes!")
El viaje descrito fue tumultuoso y decepcionante, caracterizado por momentos de rápida emoción intercalada con experiencias más lentas y difíciles. A medida que el narrador refleja mientras regresa a San Francisco, hay una sensación de desilusión. Parece que, en general, la experiencia no cumplió con las expectativas, lo que provocó una búsqueda de una forma adecuada de resumir este viaje.
En la búsqueda de un epitafio apropiado, el narrador se inspira en el "corazón de la oscuridad" de Joseph Conrad, evocando la frase inquietante "¡El horror! ¡El horror!" Esta referencia subraya un comentario más profundo sobre los aspectos más oscuros de la experiencia, vinculándola con temas más amplios de desesperación y las duras realidades encontradas durante el viaje, reforzando un sentimiento abrumadoramente negativo.