La cita de "Sugar Street" de Naguib Mahfouz sugiere que los esfuerzos humanitarios genuinos a menudo provienen de aquellos que pertenecen a grupos minoritarios o de aquellos profundamente empáticos con sus luchas. Destaca la idea de que las personas que experimentan la marginación o son conscientes de su impacto se ven obligados a abogar por la justicia y la igualdad, haciendo que sus voces fueran poderosas para efectuar el cambio. Esta perspectiva subraya la importancia de la diversidad en el discurso humanitario y el activismo.