Sería un grave error pensar en Billy Graham o en cualquier otro revivalista de televisión como Jonathan Edwards de los últimos días o Charles Finney. Edwards fue una de las mentes más brillantes y creativas jamás producidas por América. Su contribución a la teoría estética fue casi tan importante como su contribución a la teología. Sus intereses eran en su mayoría académicos; Pasaba largas horas cada día en su estudio. No habló con su público de manera extemporánea. Leyó sus sermones, que estaban muy tejidos y estrechamente razonadas de las exposiciones de la doctrina teológica
(It would be a serious mistake to think of Billy Graham or any other television revivalist as a latter-day Jonathan Edwards or Charles Finney. Edwards was one of the most brilliant and creative minds ever produced by America. His contribution to aesthetic theory was almost as important as his contribution to theology. His interests were mostly academic; he spent long hours each day in his study. He did not speak to his audiences extemporaneously. He read his sermons, which were tightly knit and closely reasoned expositions of theological doctrine)
Neil Postman argumenta que es un error significativo equiparar a los revivalistas de televisión modernos como Billy Graham con figuras históricas como Jonathan Edwards o Charles Finney. Edwards, considerado como uno de los intelectuales más profundos de Estados Unidos, no solo era un teólogo sino que también hizo contribuciones sustanciales a la teoría estética. Su enfoque de la predicación fue metódico y académico, a menudo involucrando sermones largos y cuidadosamente elaborados que leía de notas en lugar de entregar extemporáneamente.
Postman destaca que Edwards dedicó horas extensas a actividades académicas y estudio intelectual. Esto contrasta fuertemente con el estilo de los revivalistas contemporáneos, que a menudo priorizan el entretenimiento sobre el riguroso discurso teológico. Al reconocer las diferencias en el enfoque y la sustancia entre estas figuras, Postman enfatiza la evolución del discurso público de la contemplación teológica grave a un modelo centrado en el entretenimiento.