Malinalli, como Quetzalcóatl, al confrontar su lado oscuro ganó conciencia de su luz. Su voluntad de ser uno con el cosmos hizo que los límites de su cuerpo desaparecieran. Sus pies, en contacto con el agua inundada por la luz de la luna, fueron los primeros en experimentar el cambio. Dejaron de contenerla. Su espíritu se fusionó con el del agua y se vertió en el aire. Su piel se expandió al máximo, lo que le permitió cambiar de forma e integrarse con todo lo que la rodea. Era Spikenard, era naranja, era piedra, era aroma de copal, era maíz, era pescado, era pájaro, era sol, era luna. Abandonó este mundo.
(Malinalli, like Quetzalcóatl, upon confronting his dark side gained awareness of his light. Her will to be one with the cosmos caused the limits of her body to disappear. His feet, in contact with the water flooded by moonlight, were the first to experience the change. They stopped containing her. His spirit merged with that of the water and poured into the air. Her skin expanded to its maximum, allowing her to change shape and integrate with everything around her. It was spikenard, it was orange tree, it was stone, it was copal aroma, it was corn, it was fish, it was bird, it was sun, it was moon. He abandoned this world.)
En la narrativa, Malinalli, similar al dios quetzalcóatl, alcanza una comprensión profunda de su esencia al enfrentar sus aspectos más oscuros. Este viaje de autoconciencia le permite trascender los límites físicos de su cuerpo, simbolizando una fusión con el universo. Ella comienza a sentir una transformación significativa cuando sus pies tocan el agua iluminada por la luna, marcando el comienzo de su evolución espiritual.
Mientras se conecta con los elementos circundantes, su piel se adapta, ilustrando su integración con la naturaleza y el cosmos. Malinalli se convierte en uno con diversas formas de existencia, desde plantas hasta cuerpos celestes, abrazando su identidad y el entrelazado de su espíritu con el mundo que la rodea. En última instancia, trasciende las limitaciones terrenales, dejando atrás su forma física para convertirse en parte de todo lo que existe.