- El viento también es eterno. Nunca termina. Cuando el viento entra en nuestro cuerpo, nacemos, y cuando se va, es porque morimos, por lo que tenemos que ser amigos del viento. - y ... esto ... - Ya ni siquiera sabes qué preguntar. Será mejor que te quedes callado, no pierdas tu saliva. Saiva es agua sagrada que el corazón crea. La saliva no debe desperdiciarse en palabras inútiles porque entonces estaremos desperdiciando el agua de los dioses y miraremos, te diré algo que no debes olvidar: si las palabras no sirven para humedecer los recuerdos de los demás y causar la memoria Para florecer en el recuerdo de Dios, no sirven de nada.
(- The wind is also eternal. It never ends. When the wind enters our body, we are born, and when it leaves, it is because we die, so we have to be friends with the wind. - And... this... - You don't even know what to ask anymore. You better keep quiet, don't waste your saliva. Saiva is sacred water that the heart creates. Saliva must not be wasted on useless words because then we will be wasting the water of the gods and look, I'm going to tell you something that you must not forget: if words do not serve to moisten others' memories and cause the memory to flourish there memory of God, are of no use.)
El viento simboliza el ciclo de la vida, representando tanto nuestro nacimiento como nuestra muerte. Se describe como una fuerza eterna que nos conecta con el mundo que nos rodea. Abrazar el viento significa reconocer su importancia y encontrar armonía con él a lo largo de nuestras vidas.
Además, el pasaje enfatiza el valor de las palabras. Hablar es un acto sagrado, similar a la creación de agua que da vida, y no debe desperdiciarse en una charla sin sentido. La verdadera comunicación debe fomentar recuerdos y conexiones que honran a lo divino, en lugar de diluir la esencia de nuestra expresión con trivialidades.