Miró, lo siento mucho. Siempre sentí tanta lástima por ustedes los humanos porque solo podían pensar en una cosa a la vez y sus recuerdos eran tan imperfectos y... . . ahora me doy cuenta de que pasar el día sin matar a nadie puede ser un logro. Se convierte en un hábito. La mayoría de nosotros logramos mantener nuestro recuento corporal bastante bajo. Es la manera vecinal de vivir.
(Miro, I'm so sorry. I always felt such pity for you humans because you could only think of one thing at a time and your memories were so imperfect and . . . now I realize that just getting through the day without killing somebody can be an achievement.It gets to be a habit. Most of us manage to keep our body count quite low. It's the neighborly way to live.)
En el libro "Los niños de la mente" de Orson Scott Card, un personaje reflexiona sobre sus conceptos erróneos anteriores sobre la naturaleza humana. Expresan pesar por sus sentimientos pasados de lástima hacia los humanos, quienes solo pueden concentrarse en un pensamiento a la vez y poseen recuerdos poco confiables. El personaje se da cuenta de que simplemente afrontar la vida diaria sin causar daño puede ser un logro significativo.
Este cambio de perspectiva pone de relieve las complejidades de la existencia humana, donde mantener la paz y evitar la violencia puede volverse habitual. La narrativa sugiere que la moderación y el esfuerzo por coexistir pacíficamente con los demás es un valor compartido, enfatizando la importancia de vivir en armonía dentro de la sociedad.