MMA Ramotswe argumenta que la moralidad es un esfuerzo colectivo que requiere múltiples perspectivas para que sea significativa. En la sociedad moderna, el enfoque en el individualismo puede diluir los estándares éticos, lo que lleva a las personas a adoptar opiniones morales que se alinean convenientemente con sus intereses personales. Este enfoque egoísta corre el riesgo de socavar los principios morales genuinos, ya que los individuos pueden priorizar sus propios deseos sobre una comprensión compartida de lo correcto y lo incorrecto.
Según MMA Ramotswe, cuando las personas deben definir la moralidad únicamente para sí mismas, tienden a crear justificaciones que satisfagan sus necesidades en lugar de contribuir a un marco moral más amplio. Esto da como resultado una versión superficial de la moral, que ella ve como en última instancia inútil. La verdadera moralidad debe implicar la consideración de los demás y un compromiso con los valores que van más allá de la conveniencia individual.