No es de extrañar que nunca hubiera terminado de convertirse en uno de nosotros. Simplemente pensamos que era porque era mitad japonés y vivía en una casa enorme al otro lado de la ciudad con un padre que nunca estaba en casa y a quien ninguno de nuestros padres había conocido. Y posiblemente porque era un creepazoide arrogante, malhumorado y encerrado en sí mismo. Y aquí ni siquiera era un verdadero gizmohead. Él era sólo una rutina. Y un hombre lobo.
(No wonder he'd never really finished becoming one of us. We just thought it was because he was half Japanese, and lived in a huge house on the other side of town with a dad who was never home and who none of our parents had ever met. And possibly because he was an arrogant moody stuck-on-himself creepazoid And here he wasn't even a real gizmohead. He was just a grind. And a werewolf.)
El personaje del libro "Sombras" de Robin McKinley lucha con su identidad debido a su herencia mixta y el aislamiento que deriva de ella. Su origen medio japonés y el hecho de que vive en una casa grande y desconocida, lejos de los demás, contribuyen a una sensación de no pertenecer plenamente al grupo. Los demás personajes lo perciben como distante y arrogante, lo que refuerza aún más la idea de que ocupa un espacio social diferente al de ellos.
Además, su etiqueta como "rutina" y "hombre lobo" sugiere que se le malinterpreta y se le juzga únicamente por rasgos superficiales en lugar de por sus cualidades o experiencias más profundas. Esta idea revela que la dinámica social y la identidad son más complejas de lo que parecen, destacando cómo las percepciones externas pueden distorsionar la verdad sobre el carácter de un individuo.