No para siempre se puede disfrutar de la quietud y la paz. Pero la desgracia y la obstrucción no son finales. Cuando la hierba haya sido quemada por el fuego de la estepa, crecerá de nuevo en verano.
(Not forever can one enjoy stillness and peace. But misfortune and obstruction are not final. When the grass has been burnt by the fire of the steppe, it will grow anew in summer.)
La cita enfatiza la naturaleza transitoria tanto de la paz como de la adversidad. Sugiere que, si bien los momentos de tranquilidad pueden no durar indefinidamente, los desafíos y las dificultades también son temporales. El ciclo de dificultades seguido de renovación refleja la resiliencia de la vida.
Utilizando la metáfora de la hierba quemada que vuelve a crecer en verano, transmite esperanza y la inevitabilidad de la recuperación. Así como la naturaleza se restaura a sí misma, los individuos pueden superar las dificultades y emerger más fuertes, lo que indica que la resiliencia y el optimismo son esenciales para afrontar los altibajos de la vida.