El orgullo precede a la caída. Toda la gloria es efímera. Icarus quemó sus alas. Al ser humano le gustaba ser un gigante, pero es la mierda, camarada. No hay necesidad de creer en el azar y crack por la mañana y por la noche para recordar que el cuidado nunca es demasiado, y que lo que es más malo. Después del bacino y las orgías, la resaca moral siempre viene. Es una ley de la naturaleza, mi querido amigo.
(Pride precedes the fall. All glory is ephemeral. Icarus burned his wings. The human being liked to be a giant - but it's the fuck, comrade. There is no need to believe in chance and crack in the morning and at night to remember that care is never too much, and that what is more bad. After bacchannel and orgies, the moral hangover always comes. It is a law of nature, my dear friend.)
La cita enfatiza la naturaleza transitoria de la gloria y el éxito, advirtiendo que el orgullo excesivo a menudo conduce a la caída. Hace referencia a Icarus, la figura mitológica que falló debido a su arrogancia, sirviendo como un recordatorio de que la ambición humana puede conducir a la autodestrucción. A pesar de nuestros deseos de elevarnos, debemos estar castigados y reconocer nuestras limitaciones para evitar las trampas de la arrogancia.
El texto también destaca la importancia de la atención y la moderación en la vida. Sugiere que la indulgencia, ya sea en placer o en exceso, inevitablemente conduce a las consecuencias, se comparan con la "resaca moral" que sigue a la juerga excesiva. Esto sirve como un reflejo sobre las leyes naturales que rigen el comportamiento humano, instando a un enfoque equilibrado de la vida en lugar de uno definido por momentos fugaces de gloria.