Pitt y Burke, figuras prominentes en el parlamento británico, expresaron sus graves preocupaciones sobre la dirección de las políticas del gobierno hacia las colonias estadounidenses. A principios de 1775, se habían vuelto cada vez más vocales en sus advertencias, enfatizando que el conflicto inminente fue mal aconsejado y probablemente condujo a consecuencias devastadoras.
Su previsión reflejó una creciente comprensión de que la guerra no solo era evitable sino también indeseable, lo que aumenta las alarmas sobre el potencial de una situación imposible de inicio. Sus ideas destacan las complejidades del panorama político durante un período tumultuoso que condujo a la independencia estadounidense.